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La medición de la inflación y la revisión de la estrategia

Para ayudar a mantener los precios estables, necesitamos una medida fiable de la inflación que nos muestre cómo evolucionan los precios en la economía. Nuestra actual medida, el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC), sigue siendo la más adecuada para ello, aunque debería reflejar mejor las experiencias de las personas ante las subidas de precios siempre que sea posible.

Por ello, el Consejo de Gobierno apoya incluir los costes de la vivienda ocupada por el propietario en el IAPC, pero lograrlo llevará tiempo. Hasta entonces, utilizaremos también otras medidas de la inflación que incluyen los costes de la vivienda en régimen de propiedad para comprender mejor la evolución de los precios en la economía.

¿Por qué se ha considerado la medición de la inflación en la revisión de nuestra estrategia?

Una medida fiable de la inflación nos ayuda a hacer mejor nuestro trabajo

Nuestro trabajo es mantener la estabilidad de precios. Para ello nos aseguramos de que la inflación —la tasa de variación de los precios generales de los bienes y los servicios a lo largo del tiempo— sea baja, estable y predecible.

Para realizar bien esta tarea necesitamos una medida fiable de la inflación. Analizamos los precios de cientos de cosas en las que las personas suelen gastar su dinero, incluidos bienes, como alimentos, ropa o vehículos, y servicios, como facturas de teléfono móvil, billetes de tren o incluso los alquileres. En conjunto, estos bienes y servicios nos dan una idea de cuánto están cambiando los precios en la economía en general.

¿Qué medida utilizamos en la zona del euro?

En la zona del euro, esta panorámica general se obtiene mediante el IAPC, que elabora la oficina estadística de la UE. Es como una enorme cesta de la compra que contiene 295 bienes y servicios de todos los países de la zona y que está diseñada para representar aquello en lo que la gente suele gastar su dinero.

Ofrece una medida general de la inflación y permite realizar un seguimiento de la evolución de los precios en la economía. Es como un mapa que ayuda al BCE a tomar las decisiones correctas. Y del mismo modo que un mapa debe ser fiable y estar actualizado para mostrar los obstáculos o nuevos caminos en nuestra ruta, el BCE necesita una medida de la inflación que sea creíble, fiable, oportuna y comparable.

¿Cuáles son las dificultades para medir la inflación?

Medir la inflación puede ser complicado

Asegurar que nuestra medida de la inflación cumpla estas exigentes condiciones es difícil. La calidad de los bienes y servicios puede cambiar con el tiempo. Tu último teléfono móvil, por ejemplo, puede haberte costado más que el anterior, pero el aumento del precio podría deberse más a una mejora de su calidad que a la inflación. Asimismo, nuevos bienes y servicios innovadores están reemplazando a los antiguos cada vez más rápidamente, lo que complica aún más la medición de la inflación a lo largo del tiempo. El crecimiento de las compras a través de Internet, donde los precios pueden variar con respecto a las tiendas locales, también hace que sea más complejo medir las variaciones de precios.

Incorporar los costes de la vivienda en propiedad es difícil

En 2020, los ciudadanos europeos nos transmitieron su preocupación por el aumento del coste de la vivienda, pero nuestra medida de la inflación no reflejaba plenamente los costes de la propiedad de una vivienda, conocidos como costes de la «vivienda ocupada por el propietario». En aquel momento, los precios de la vivienda llevaban tiempo subiendo en muchos países de la zona del euro, mientras que la inflación se había mantenido baja.

Los costes de la vivienda en propiedad no se han incluido hasta ahora en nuestra medida de la inflación por distintos motivos.

Por ejemplo, la proporción de personas que son propietarias de su vivienda varía mucho de un país a otro. Por tanto, las estadísticas de viviendas de alquiler ofrecen información más precisa en países con mercados de alquiler más desarrollados. En estos países, los niveles de renta pueden utilizarse para estimar los costes de la vivienda para personas que son propietarias de su vivienda. En los países con mercados de alquiler más pequeños, donde hay más compras de inmuebles, los precios de venta de casas y pisos pueden utilizarse para calcular la evolución de los precios de las viviendas ocupadas por sus propietarios.

Este tipo de diferencias también dificultan encontrar una medida comparable para la zona euro.

Deseamos mejorar nuestra medida de la inflación para el futuro

Queremos utilizar una medida de la inflación que refleje con la mayor fidelidad posible la experiencia de los ciudadanos. Por ello, el Consejo de Gobierno apoya incluir las viviendas ocupadas por el propietario en el IAPC, pero es una tarea compleja que llevará algún tiempo.

Mientras tanto, seguiremos utilizando el IAPC actual como referencia principal para medir la inflación. No obstante, para comprender mejor cómo están cambiando los precios en la economía, también seguiremos otras medidas de inflación que incluyen las viviendas ocupadas por su propietario.

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